Pequeña celebración autoreferencial. Ayer por la noche, publiqué el update número 100 en mi cuenta de twitxr.
Vale, no tengo claro si 100 es mucho o es poco, pero es un número redondo y se trata de uno de los servicios que mas estoy usando en esta época en la que estoy un poco alejado de la actividad bloguera «tradicional». Me encanta twitxr, twitter también, pero será por mi formación audiovisual que me resulta mas cómodo microbloguear con imágenes que con caracteres.
Ya lo comenté mas veces por aquí: la cuestión con estos servicios es como te encaja en tu vida digital. Es un fin o es un medio? Fin porque mi twitxr existe como tal, navegable y listo para la comunicación en su sitio. Medio, porque dispara estados a mi twitter y fotos a mi flickr. Y este triángulo, al menos en mi vida digital, pues me va de perlas.
Y así empezó todo: el primer vídeo juego
A que es un objeto realmente precioso? Esas luces, ese movimiento realmente electrónico… Podrán acusarme de nostálgico y seguro tienen razón: la electrónica es lo de lo más orgánico. Ni se compara con las aristas digitales, que por más polígonos que les echen siempre serán eso, polígonos. En cambio un osciloscopio…
Se trata del primer vídeo juego de la historia, un cuento de hadas que muchos conoceréis de sobra, y que nunca me canso de rememorar. Que sí, que el pong es el primero «comercial», pero antes que el pong hubo una especie de exhibición al público en el Brookhaven National Laboratory en 1958 y un señor llamado William Higinbotham desarrolló el «Tennis for two» utilizando un osciloscopio.
Para terminar el tema con la nostalgia con la que empezó, pues recordar que no solo los vídeo juegos nacieron electrónicos… el vídeo como tal también. Un amigo hace muchos años me decía al ver las barras de fuera de sincro de un U-matic: «en nada recordaremos nostálgicos… te acuerdas del fuera de sincro de los U-matic?«. Cuanta razón tenía!
ENLACE The First Video Game | VIA Neatorama