Después de un par de años sabáticos de publicaciones en nuestro blog, volvimos a irrumpir las retinas monas para mostrar algo que nos pareció digno de postear.
Desde Buenos Aires, Argentina, en un contexto de clases de tango en el barrio de Almagro e infinitas almas circulando todos los martes desde cualquier parte del mundo, conocí a un ser brillante que desperto particularmente la atención un día gris de septiembre en el que Gustavo Cerati (genio del rock argentino), fallecía tras 4 años de agonía.
Inmediatamente entro a Facebook viendo una imagen super dulce que inundo con una emoción tan profunda desbordando mis ojos sin escalas.
La imagen fué la siguiente:
«Pequeño homenaje a un grande….»
… y fué suficiente para seguir la obra de Carolina Marcus muy de cerca, pudiendo rescatar tanta sensibilidad en cada obra, que sentí la necesidad de compartirlo con vosotros.
A veces este mundo tan práctico y automático no nos da tiempo a profundizar, y cuando pasa esto esta genial que lo que nos detenga sea el talento de artistas como Carolina, que irrumpen, detienen, inmovilizan, y nos ponen en marcha nuevamente para seguir a otro ritmo, el propio de nuestro ser 🙂
«Buenos Aires se vistió de noche»
Una vez más las calles de Buenos Aires se poblaron con un sin fin de curiosos que salieron de sus hogares para darle lugar a una noche atípica y estrellada.
Cada rincón de la ciudad abrió sus puertas y en forma gratuita, espectáculos teatrales, musicales, museos y centros culturales fueron los protagonistas del pasado sábado con una energía especial y majestuosa.
La primera vez que participe de una movida semejante fue cuando visite Paris hace unos años atrás y me encantó que esta idea haya trascendido las grandes aguas.
Mi mayor deseo es que esta «Noche de los museos» siga celebrándose por muchos años más, que se promueva el hábito de explorar sin límites y que la falta de recursos económicos no sea un impedimento para «el saber» un poquito más, y disfrutar como todos merecemos 🙂