Si. Desde la semana pasada en twitter no paramos de anunciar cosas como «I’m at bar pepito«. Y es por culpa de foursquare, el hype del momento. Un invento que funciona más o menos así:
No se si fue pensado originalmente para móviles, pero la verdad es que no me imagino otro soporte (aunque funciona en la web, lógicamente). Si tienes un iPhone, Andoid o BlackBerry, descargas la aplicación. Y si el bar donde tomas café todos los días te gusta, haces un check-in. «Estoy aquí», en el bar X. Posición GPS, y así queda registrado: tu estas en tal sitio.
Además, te gustan mucho las tapas de ese bar, entonces le añades un tip: «las tapas del bar X están geniales». Y por si esto fuera poco, si vuelves al otro día, haces el check-in… y eres el que más veces visito ese sitio, te conviertes en Mayor, una especie de autoridad acerca del garito en el que estas.
Mas aún: ganas puntos, tienes estadísticas de lo mucho (o poco) que sales, la cantidad de recomendaciones… todo esto con odiosas comparaciones con tus amigos a los que sigues, picando cada vez mas al personal 😉 Genial!
En resumen: todo lo bueno de twitter, su inmediatez. Sumado a posicionamiento geográfico, competición de a ver quien consigue más puntos, que se traducen en badges muy elegantes, como el que ilustra este post…
Apreciaciones después de una semana de uso
Porque tiene tanto éxito? Porque se monta sobre twitter, coge su lenguaje (además de su API, of course) y transforma el «¿que estás haciendo?» en «¿donde estas?». Convierte la presencia en un lugar físico en un twitteo más completo. Cuantas veces twiteamos «estoy tomando un café en tal sitio«? Pues foursquare simplifica la experiencia de usuario, dejándo el anuncio a uno o dos clicks. Con mapa, con enlace… todo lo que solemos hacer tirando de varias aplicaciones satélites de twitter.
La competición esta muy bien pensada. Porque a partir del umbral de usuario-de-twitter-con-smartphone, es muy accesible. Otros servicios geográficos, como dopplr, hay un toque competitivo cuando nos dicen cuantos días pasaron nuestros amigos en la ciudad que estamos visitando, o la comparación de la velocidad anual de un viajero con un animal (de hecho, soy un pato). Pero claro: es más difícil competir con viajes a otras ciudades. No subimos a aviones tan a menudo como ir a bares (más en este país). Por eso la competición en foursquare es más cercana: solo basta con darle al check-in cada vez que vamos por ahí y con eso, los puntos llegan solos.
Es muy agradable visualmente. La app de iPhone es más funcional, en el estilo de otras tantas. Pero la web tiene un toque de aire, de espacio muy bien estructurado. Pequeños detalles gráficos, como las estadísticas o las copas que vamos ganando, son muy agradables. Y en esta era, cualquier detalle suma muchísimo a la hora de competir con otros servicios similares.
Y luego el potencial comercial que tiene es digno de mención. Aquí en España aún esta muy verde, pero por el resto del mundo hay muchas promociones de bares, restaurantes y afines, premiando con algún detalle a los mayors (los que mas visitaron el sitio). Si tuviera un bar montaría una promo mayor ya mismo: que mas quisiera que tener una panda de frikis compitiendo entre ellos, a ver quien vino más veces, haciendo publicidad gratuita y, todo sea dicho, la mejor de las publicidades que no es otra que el boca a boca? Mucho me temo que seguiremos hablando de foursquare una larga temporada….
Pega: no esta demasiado bien organizado, al menos en iPhone, los resultados geográficos. Aún no me doy cuenta que orden utiliza, pero desde luego no es la proximidad. En ese sentido, la app de 11870 esta mucho más fina: te dice los metros a los que tienes los sitios buscados. Y ordenados por cercanía. Por cierto: nos podríamos preguntar porque 11870 no tuvo todo el buzz (merecido, por cierto) como lo esta disfrutando ahora mismo foursquare. Pero ese tema da para otro post.
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